Buena limpieza de la habitación.

No volveríamos a alojarnos en este hotel. Pasamos frío y no pudimos dormir bien por el ruido del bar. Los radiadores de obra no funcionaban y nos encontramos unos eléctricos portátiles al llegar a la habitación que estaban desenchufados con lo cual la habitación estaba helada (Febrero, nevando, llegas a la habitación y no tiene calefacción…). El edificio tiene mala insonorización y por la noche pusieron la música tan alta en el bar del hotel (situado justo debajo de las habitaciones) y había tanto jaleo de una fiesta que retumbaban hasta las paredes. Tuvimos que llamar por teléfono al responsable del hotel porque la situación era insostenible. Se disculparon y bajaron la música pero desde luego no es un buen sitio para poder descansar. Otro detalle, no tiene ascensor y tiene tres tramos de escaleras para llegar a la habitación lo cual puede ser un inconveniente para algunas personas si no pueden subir a pulso el equipaje. Nos alojamos en la habitación 101 y 102. La 102 tenía alguna reforma como el baño, no así la 101 que era muy vieja.

Ubicado muy cerca de la Autovia de las Rias Baixas, en el pueblo de Padornelo, es perfecto para pasar una noche: cómodo, muy limpio, con habitaciones amplias. La cafetería y restaurante tienen una cocina estupenda además de bonitas vistas de montaña. El personal es muy amable. Amplisimo aparcamiento. Una gasolinera justo al lado. Y la relación calidad-precio es muy buena. Para nosotros, se ha convertido en una parada obligatoria, ya sea para pasar la noche ya sea solo para tomar un café y hacer un alto en el viaje. Absolutamente recomendable.

Un buen desayuno

Todo estuvo bien

Jjust what I needed, a nine clean simple room with a restaurant/cafe attached so it was easy to get food. (walking the Camino)

the room was rather cold until the heat turned on later in the evening

The view

Too noisy as it is on the highway. As it was hot, we needed to open the Windows, so it was noisy