Estuve con mi familia 5 días en el puente de todos los santos y la experiencia no ha podido ser más gratificante. La casa está genial, cómoda, acogedora y con todo los enseres que necesites, el entorno es maravilloso, rodeado de naturaleza, en mitad del monte, ideal para desconectar y recargar pilas, con unas vistas espectaculares. Antonio, el anfitrión, muy amable y atento en todo momento, siempre dispuesto a resolverte cualquier duda. Sin duda es un alojamiento al que no descarto volver en un futuro. La experiencia ha sido de 10.

Nada.