Una casa preciosa y detallista que induce total tranquilidad, con absoluta privacidad en el jardín, piscina, zona chil out del porche y barbacoa de los que no querrás salir, excepto por la increíble ubicación con dos playas desiertas a cinco minutos paseando desde la casa. Tiene una habitación de pared acristalada y abatible a pie del jardín trasero y otras dos en la parte superior con vistas al mar, buena conexión Wi-Fi, una decoración muy cuidada y sitio para meter el coche dentro de la finca. Una estancia maravillosa y un pequeño paraíso si viajas también con tu mascota, a la altura de los encantadores propietarios de la vivienda.

Todo más que perfecto.