El alojamiento estaba equipado con todo lo que necesitábamos, no hay ninguna pega en ese aspecto. En especial, la terraza es gigante y muy bonita, una pena no haber podido disfrutar de ella al hacer frío por ser Diciembre. Además, la anfitriona fue super agradable.

La única pega que se podría señalar era que el baño es pequeño, en especial el lavamanos; y tampoco tiene una puerta como tal, es una puerta corredera, lo que le quitaba un poco de intimidad.