Pasamos 5 días maravillosos en esta encantadora casa, y no podríamos estar más contentos con la experiencia. Desde el momento en que llegamos, todo nos hizo sentir como en casa. Lo que más nos gustó: La limpieza era impecable, y la casa estaba equipada con absolutamente todo lo que necesitábamos, ¡incluido el desayuno! Además, al llegar nos sorprendieron con un detalle precioso para estas fechas: la casa estaba decorada para la ocasión, y Alejandro, el anfitrión, nos dejó unas uvas para celebrar la Nochevieja. La ubicación no podía ser mejor: tranquilidad absoluta, pero con lugares espectaculares a pocos kilómetros como Muxía, Camariñas, Vimianzo, Cee y unas playas de ensueño. También encontramos sitios fantásticos para comer que hicieron de este viaje una delicia. Y si algo nos sorprendió gratamente, fue el terreno y la casa misma: tan acogedores y tranquilos que, sinceramente, no hace falta salir para desconectar y disfrutar de la paz de la zona. El toque especial: Alejandro, el anfitrión, es encantador. Siempre estuvo pendiente de que todo estuviera perfecto y nos hizo sentir bienvenidos desde el principio. En resumen, una experiencia que recomendaríamos sin dudarlo. ¡Esperamos volver pronto a este pequeño paraíso en Galicia! Puntuación: ⭐⭐⭐⭐⭐

Aunque la calefacción podría ser un poco más potente, esto no fue un problema, porque la chimenea fue nuestra mejor aliada. Nos encantó pasar las noches frente al fuego, disfrutando del ambiente cálido y acogedor que la casa ofrece.