Es ideal para aquellos que exigen mucho al apartamento.
Está rodeado por un jardín. La fachada de piedra se adapta perfectamente a la pequeña montaña cerca de esta "villa". El uso de enebro para el techo garantiza un frescor agradable en los calurosos días de verano. Además, se prestó atención al típico estilo sardo. Un madroño da sombra en la terraza junto a la cocina con una pequeña cocina, una superficie de trabajo y una mesa de comedor. Este madroño también le dio su nombre. Después del pasillo, se llega a la zona de dormitorio con dos dormitorios, el baño con inodoro, bidet, ducha y lavabo y una segunda terraza para disfrutar de momentos relajantes. No puedes ignorar los olores naturales. Otra terraza con tumbonas y vistas al mar hace que las vacaciones sean un evento único.