Kfar vradim es donde crié a mis hijos. El barrio es tranquilo, la calle tranquila con solo unos pocos automóviles que pasan. El jardín está aislado, con un toque toscano de aceitunas, uvas y otras plantas. La piscina de temporada es muy divertida para todos, con un área de aguas muy poco profundas para niños pequeños que aún no pueden nadar (por supuesto, con supervisión constante de un adulto). La villa en sí es muy espaciosa, hay muchas obras de arte en todas partes. El área de comedor y la sala de estar de la cocina están en un solo espacio abierto, y la cocina está muy bien equipada. Las camas son muy comodas . Hay una placa calefactora y un hervidor de agua automático para que Shabat mantenga a los huéspedes. Todos los baños tienen calentadores y todas las habitaciones de la casa tienen aire acondicionado. Nos encanta pasar tiempo allí y entretener a amigos y nuestra creciente familia, con hijos y nietos a nuestro alrededor. y espero que sientas lo mismo.