En un rincón apartado de nuestra finca de extraordinaria belleza, hay dos casas conectadas por un patio común. Un famoso arquitecto portugués las diseñó y nosotros las hemos reconstruido cuidadosamente y añadido todas las comodidades modernas posibles. Todo tipo de actividades para los niños, paz y soledad para los adultos, amplias oportunidades para los amantes de la naturaleza y el deporte; en una palabra, todos quedarán satisfechos. Compartiremos con ustedes los productos frescos de nuestra granja, la alegría de la vendimia y el placer de vivir aquí. A poca distancia de donde se alojará hay ríos de aguas cristalinas, fragantes bosques de eucaliptos y maravillosas rutas para practicar senderismo, equitación o ciclismo. La propiedad está situada en la ladera de una colina y gracias a ello le esperan unas vistas, puestas de sol y amaneceres inolvidables. Las dos casas pueden alojar cómodamente a 11 personas. Es el lugar perfecto para alojar a una familia numerosa o a un grupo de amigos.