La casa es preciosa, todo de diseño. Y los alrededores de la casa precioso también, todo muy muy bien cuidado con césped, plantas, árboles, zona infantil… El salón y el porche muy amplio para comer o pasar el rato. Una de las cosas que más nos gustó fue la barbacoa, con horno y preparada para hacer carne o paella. Nosotros hicimos en la paellera fideuá y salió buenísima. Nos quedamos con ganas de disfrutar la piscina pero en pleno enero era difícil, seguro que volveremos en verano para disfrutarla. La ubicación perfecta, está alejada de todo y no molestábamos a nadie. Pero estás en el centro del pueblo a 2 min en coche. También hay una gasolinera y un supermercado DÍA muy cerca que puedes ir andando. Nosotros dimos un paseo a caballo que hay un picadero muy cerca. El anfitrión muy amable y muy atento, cualquier cosa que le preguntes te contesta al momento.

Al tener suelo radiante, como tarda tanto en calentarse, en la primera noche no estaba todavía caliente aunque con el aire acondicionado se calienta en un momento. La única pega que pondría esque arriba en las habitaciones no hay aire acondicionado y si estaban más frías. Pero puedes usar mantas o nordicos de las camas que no uses. Y ya por último, como vendedor de textil que soy, recomendaría unas toallas con un rizo que no sea tan duro y almohadas un poco más gordas. Pero eso ya como consejo 😊 nada sin importancia.