Solo puedo dedicar buenas palabras para el alojamiento y su dueña. Las casas son preciosas por dentro y por fuera, cuentan con todo tipo de servicios, habitaciones amplias, muebles y decoración al detalle, baños perfectos, muy limpia, cocina con todo tipo de utensilios, muchísimos juegos de mesa, futbolín, fútbol de aire, billar, cartas... Las vistas inmejorables. Y la amabilidad de la casera, con flexibilidad para la hora de entrada y de salida, facilidades de todo tipo y el gran detalle de dejarnos una caja de pastas de Arriondas para chuparse los dedos. MUCHÍSIMAS GRACIAS.

Nos gustó mucho la ubicación del alojamiento ya que la casa se encuentra bien ubicada, había tranquilidad y muy buenas vistas. La casa era amplia, limpia y perfectamente equipada.

Nada