Julio nos esperó con bebidas frias en la heladera, con lo cual se ganó un pedacito de cielo. Las camas super cómodas, eran 3 camas cuchetas, más una cama en la cocina. Había lavarropas en el baño, lo cual fue super conveniente. Julio nos asistió con broches para colgar la ropa en la terraza. Utencillos y elementos de cocina completos La ducha del baño estaba muy bien. Del barrio en sí no puedo decir nada porque solo paramos una noche y seguimos viaje. Pero en frente hay una panaderia que abre a las 6.30 de la mañana, un supermercado, y al lado una verdulería y kioskos.

Que no haya ventilador en las habitaciones, se podían dejar abiertas las ventanas, pero los vecinos estaban de fiesta (cerrando las ventanas no se escuchaba el ruido de afuera). Aunque el aire acondicionado llegaba bien a las habitaciones, no lo queríamos dejar encendido toda la noche. Las sillas de plastico del comedor no eran muy fuertes.