La casa está fenomenal, es muy grande y cómoda. Rosa genial, se nos acabó la bombona cuando nos íbamos a duchar por la noche y a pesar de lo tarde que era, nos trajo la bombona, un amor de señora y muy servicial.

Las duchas de los baños de arriba tienen mucha presión y cuesta muchísimo regular el agua. Otros años, en otros alojamientos que hemos estado había cosas como papel de cocina, papel de aluminio, film, sal... En esta casa he echado eso en falta, no que hay que llevar hasta el más minimo detalle. A pesar de estos detalles, repetiría.