El pueblo es super bonito y acogedor, es ideal para una escapada de fin de semana. Lo único que se debe de tener en cuenta es ir con tiempo ya que la zona de parking es muy limitada. Respecto a la casa, es fabulosa, a mi pareja y a mi nos encanto, la cama es super cómoda, la cocina estaba totalmente equipada pero lo mas bonito eran las vistas que ofrecía la terraza. Tanto María José como los propietarios fueron super atentos y amables con nosotros cosa que se agradece muchísimo.

El pueblo parece de cuento y te transporta a tiempos pasados, esta ambientado y decorado con un gusto exquisito que es un placer pasearlo (sin tacones ...) y disfrutar de sus terrazas y su restauración. La casa estaba acorde con el lugar y estuvimos muy a gusto. Un acierto porque el tiempo también acompañó para poder disfrutar las vistas de su estupenda terraza.

Los problemas con el aparcamiento los fines de semana.