EVERYTHING! The bungalows are so beautiful, extra clean, completely new and the Matratze a proper western standard. You see and hear the ocean and palms from the window and nothing else. The bathroom is another highlight, with an open sky, completely new and again super clean facilities with hot water. This place was really a game changer in my travels, if you want a great deal and not pay the price of a resort! The small beach with just a couple of neighbors feel like paradise. The palms save you from too much sun through the day, but allow you beautiful sunset views. The water is Saphire blue. The family is so welcoming and nice, speaks perfect English and Spanish. Since they as Filipinos but lived in Europe for a long time. The food they cook is incredible, very delicious with the fresh fish and vegetables. Finally alternatives too rice and egg 😅 I was meant to stay only one night as our doing a road trip but I ended up staying another night as it was so beautiful. Even though I should’ve stayed one week.I also did the private island hopping tour with fisherman, which was just a fantastic experience, away from all the tourists. Arriving there is a little bit difficult as the road is bumpy, but renting your own car or bike in Philippines is very easy.but otherwise just contact the family and they will happily organize it cheap pick up for you, as it is very normal that guest houses to offer this service for some little extra money.

Needing to leave 🥲

We spent 4 days at this great resort. Wonderful seafront location surrounded by nature and authentic experience (completely different from big all inclusive resorts). It is a perfect place to disconnect and spend relaxing holidays literally 5 meters from the sea. We appreciated a lot the level of service and advice offered by the family managing the resort. We also appreciated the activities offered, in particular the islands hopping tour. Perfect for couples and families. I definitely recommend this place!

Cuando llegamos a El Nido tuvimos un problema con nuestro alojamiento (en otro resort) y nos vimos sin saber dónde dormir. Una señora muy amable nos habló de este sitio que acababa de abrir y aunque por Booking vimos que solo tenía una valoración (muy positiva, dicho sea de paso) nos decidimos a probar. Aunque solo éramos 2 nos alojaron en un bungalow para 4. La cama era fantástica. Conseguimos descansar y levantarnos como nuevos. Ah, y la ducha. Íbamos con algo de miedo porque nos habían comentado que en El Nido el agua en general sale bastante sucia. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Al menos aquí encontramos una ducha con agua limpia y buena presión. También pudimos probar la comida. Se nota que detrás de cada plato está la cocinera que es de la zona. Le pone todo el amor y un toque personal que hace que cada bocado sea una experiencia. Simplemente delicioso. En cuanto a la conexión a internet funciona bastante bien. Mejor de lo esperado. Pudimos disfrutar de buena señal directamente en el bungalow. Nos explicaron que acababan de añadir repetidores, un gran plus considerando que inicialmente tenían anunciado que estaría solo en zonas comunes. Damos a este lugar un 10/10, sin dudarlo.

La única pega (por poner alguna) es lo complicado que fue llegar. La carretera sigue siendo en parte camino, aunque nos dijeron que por las elecciones esperan tenerla asfaltada entera este año. Total que el camino fue una odisea pero la tranquilidad y la belleza del lugar lo compensan con creces.

Al lado de las islas de El Nido pero más tranquilo, como si fuera volver a cómo estaba hace 30 años. Toda una playa tranquila prácticamente privada. El propio bungalow recién reformado y se nota: los colchones y las almohadas increíbles, suaves pero firmes y cómodas, nuevo todo y de marca. Nos comentaron los dueños que son de la misma marca que usaban en España. El baño nuevo con detalles como el enchufe y el secador, y la ducha nueva con buena presión de agua y calentador. Y la comida increíble, la mejor fruta fresca del mes que llevamos en Filipinas y el pescado fresco y sin pasarse de echo como suele ocurrir por aquí. Todo llevado por Rosa, una Filipina que ha vuelto al país tras años viviendo en Europa, genial en el trato, cercana y atenta y hablando en español con nosotros. Y todo realmente limpio y cuidado!! Una maravilla secreta 100% recomendada.

Es un poco complicado de llegar, pero merece la pena el esfuerzo.