Las casas están en un paraje, aunque algo difícil de encontrar, falta señalización, perfecto. Con unas vistas del valle preciosas. Todo limpio ,organizado, suficiente menaje, y el exterior muy bien cuidado. Nosotros alquilamos las dos casas y disfrutamos mucho del fin de semana..

Todo tal cual está descrito. Marco incomparable. Casas muy completas y cómodas. Atención magnífica.

Muchas gracias!! Es sitio es espectacular y las casas hermosas.

¡Encantados! Hacía tiempo que no disfrutábamos tanto un fin de semana en familia. Nos encanto el sitio, el entorno y sobre todo la casita. Super cómoda, muy acogedora, elegante... mejor que en casa ;) Además está situada en un lugar privilegiado, con unas vistas excepcionales, en la misma sierra de Gredos, y muy cerca de la preciosa ermita de Chilla

Estuvimos una pareja con un niño de 3 años 4 días en una de las casas de las abejas, no había nadie en la otra cosa y disfrutamos de la finca nosotros solos. Fue absolutamente maravilloso, la parcela es espectacular, el jardín, las terrazas... El silencio es increíble, se escucha la naturaleza y na da más (ovejas, vacas, pájaros). La cocina está genial equipada así que nos dedicamos a cocinar, y disfrutar del jardín. Fuimos al final del invierno y nos hizo un tiempo estupendo, pero seguramente volvamos en primavera o finales de verano, con amigos para disfrutar de ambas casas y si se puede, de la piscina :) Las casas tienen un diseño muy confortable y mucha luz. El trato de os propietarios es fantástico. Muy, muy recomendable.

Estuvimos alojados una familia con dos niños de 7 y 9 años. Al contratar m, la atención de Maria fue exquisita e inmediata. Cuando llegamos, Ana nos atendió estupendamente y se nos hizo la estancia más agradable. La casa está decorada con mucho encanto y está llena de comodidades. El entorno facilita un sinfín de actividades. Nosotros contratamos a Pedro Rico, que nos guió por distintas rutas a pie y nos explicó la flora, aves, etc. Fueron dos rutas de 5 horas cada una que se divertidisimas para los niños (sorprendentemente la hicieron sin problema). También visitamos el museo de las abejas. Germán es un apicultor que sabe explicar y hacer ameno el mundo de las abejas y su importancia para las personas. También aprovechamos para hacer una ruta a caballo con toda la familia. La gastronomía de la zona es espectacular. Recomiendo esta opción al 100 × 100 y merece la pena pagar un poco más por unas vacaciones que han resultado inolvidables para toda la familia. Seguro que volvemos. Miguel

Las casitas de El Vergel de Chilla están encastradas en la ladera sur del Almanzor, con unas vistas impresionantes sobre el valle del Tiétar. A la espalda, la "tortuga" (protección de la montaña) y al frente, el "fénix" (una amplia y enorme vista sobre el valle, que produce una sensación única de paz y bienestar. He podido disfrutarlo en dos ocasiones. Todos los detalles están enormemente cuidados por la propiedad: el camino de entrada, iluminado con pequeños farolillos, el disimulado parking, la zona de barbacoa, la pérgola que cubre la maravillosa terraza junto a un ejemplar majestuoso de madroño, las pilas de leña, la decoración estilo provenzal francés, la amplia cocina cuadrada con su isla, el baño amplio, completo y decorado con mucho estilo. Y lo mejor: un enorme salón con grandes ventanales que proporcionan impresionantes vistas al valle, mientras que puedes disfrutar de una maravillosa chimenea en esquina (que estará encendida a tu llegada) que mantiene la casa caldeada incluso en los días más duros de invierno. Y María, la propietaria, un encanto de mujer en el trato. Definitivamente, un lugar único, mágico e imprescindible en Candeleda.