Nos ha encantado este pueblo y sus gentes. Nos acogieron como si viniesemos todos los findes. El propietario un encanto de persona y las tostadas y tarta que nos dejó estaban riquisimas, todo un detalle. Los crios encantados, han hecho hasta amiguitos con otros niños del pueblo. Hay un perro blanco llamado Bobby que es como para llevarselo con uno, juguetón, cariñoso, sociable, sin palabras me quedo. Nos ha gustado mucho la experiencia, nos estamos planteando hasta volver de nuevo.

La casa muy completa. Excelente relación calidad precio. Agustín, el dueño encantador y muy detallista. Con todo lo necesario: sábanas de algodón, muchas toallas... La cocina equipada con todo lo necesario. Casa muy comoda para grupos grandes.

Una casa de piedra preciosa en el corazón de Las Merindades. Pasamos un agradable fin de semana en la casa amplia y con todo lo que necesitas para al día a día a tu disposición. Agustín el anfitrión encantador, atento y servicial y siempre a nuestra disposición. Ademas nos dejó unos dulces caseros deliciosos en la nevera. Sin duda repetiremos. Muchas gracias