La situación en pleno centro de Carmona y la singularidad del hotel.

Necesita una ligera renovación para aprovechar el encanto del edificio.

La ubicación.

La habitación muy pequeña, toallas muy finas y pequeñas, la luz de las mesitas se apagaban a los 3 segundos de estar encendidas, tampoco estaba muy limpio. Hay muchas escaleras para acceder a la habitación.

El edificio y la idea de como se ha querido orientarse el estilo y el caràcter del Hotel.

El estado general de las instalaciones y la desviación del seguro espíritu e ilusión inicial de la propiedad en la búsqueda de conseguir ofrecer a sus huéspedes un establecimiento con un caràcter particular y una atmósfera especial que finalmente no ha podido conseguirse.

Recomiendo sin duda el Hostal. Ambos son super simpáticos da gusto encontrarse con gente que te trata así. Repetiremos cada año sin duda El desayuno me encantó!

Trato excepcional

Nada remarcable

El ruido hasta las 22:30 es insoportable. Una de las camas no tenía ni sábanas ni edredón y no pudimos encontrar mantas. Y lo que es inadmisible una mancha enorme de moho y humedad que había en el colchón. Intentamos localizar al personal pero fue imposible, a la mañana siguiente al comentarlo nos contestaron ‘pues lo siento’ y se acabó. Una vergüenza.