Era muy acogedor, muy íntimo y estaba cuidado al detalle.

Mi única pega es que nos quedamos sin agua caliente.

El sitio increíble Justo como en las descripciones, la anfitriona es súper amable, nos dejó todo súper preparado antes de la llegada para que todo fuera muy sencillo

Las casitas son fantásticas no les falta de nada, están muy bien equipadas (tiene utensilios, toallas, jacuzzi...) y su anfitriona Mercedes es super atenta y hace que tu estancia sea como estar en casa, las casitas las tiene muy cuidadas y limpias.Te ayuda en las recomendaciones del entorno y si necesitas algo. En la parcela tiene un huertecito donde poder coger lo cultivado en el, la piscina aunque sea compartida con la otra casa ni se nota, es una gozada y su perro es un amor. La estancia ha sido una maravilla y poder disfrutar de la naturaleza. Es un lugar excepcional para desconectar de la ciudad y cerca del embalse de San Juan (puedes ir a el a través de un caminito de tierra que incluye poder ver el monasterio de pelayos). Puedes ir a Pelayos por las diferentes avenidas andando sin problema, la zona está iluminada para poder darte un paseo por la noche y poder hacer actividades por el día, también hay un bus (551) que te lleva por toda la avenida. Volveremos seguro Gracias Mercedes por todos los detalles y tu atención

Nada, no le falta detalle. Cómo plus/recomendación para añadir a las casitas que los sofás fueran modulares o tipo sofá cama diván