Fuimos a celebrar el cumpleaños sorpresa de mi padre un grupo de 24 personas y no pudo ser más increíble. La casa es muy grande para hacer muchas actividades tanto al exterior como al interior de la casa. Nos encantó la piscina climatizada, sauna y la sala de juegos que cuenta con diana, billar, ping pong, rana y futbolín. Además, las habitaciones están un poco alejadas de la zona de cocina lo que no se escucha nada de música de la cocina a donde la gente está durmiendo. Isabel (el contacto de la casa) es un amor, nos dejo la calefacción encendida para que cuando llegásemos no tuviésemos frío y estuvo atenta durante toda la estancia. Repetiríamos sin duda.

Algunos de los colchones son de muelles y no se duerme muy bien. La mayor parte del tiempo estuvimos en el comedor y las sillas son de madera y cuando ya llevas muchas horas sentado en esas sillas empieza a dolerte la espalda.