La casa está bien, rodeada de un entorno rural y naturaleza. Los anfitriones estuvieron atentos y nos dieron facilidades, la comunicación fue fluida y todo fue bastante fácil. La cocina está bien equipada y la barbacoa hizo el apaño. La relación calidad/precio está bien.

Los dos cuartos de matrimonio están encima de unas escaleras sin aislamiento del salón, lo que hace que si vas con amigos, escuches absolutamente todo y sea imposible dormir. Así que si eres de los que se va antes a la cama o se despierta después, no cojas esas habitaciones. La piscina nos la esperábamos todos algo más grande. Se hizo pequeña para 20 personas. La zona de césped artificial se queda un poco corta también. No nos gustó que las toallas y sábanas se cobraran aparte.

La tranquilidad y el estilo rústico

Nada