El apartamento era amplio y cómodo, pero además Paula preparó la casa con mucho mimo. Incluso nos dejó unos refrigerios en la nevera. La cocina estaba completamente equipada, con aceite, azúcar, sal, pimienta, vinagre… y hasta se nos dejó café y algo de desayuno (unas tostadas, mermelada…). Un detallazo. Además, había una galería con lavadora y secadora, ambas preparadas para ser usadas en cualquier momento, con su detergente y su suavizante inclusive. Los dos dormitorios eran amplios y no pasamos nada de frío (ya refrescaba); las camas tenían su edredón y había varias mantas por la casa, tanto en las habitaciones como en el sofá, para no pasar frío en ningún momento. El baño, además de toallas, incluía secador de pelo, gel, champú y suavizante, y en el armarito bajo el lavabo había una cestita con botiquín y varias cosas útiles para una urgencia, como compresas o tiritas. El resto de la casa era igual que en las fotos, y en el despacho había una mesita con un pequeño revistero/expositor en donde había folletos, tarjetas de visita y menús de locales en la zona para llamar. Igualmente, Paula nos dejó unos folios impresos con un montón de sugerencias para no aburrirnos, con lugares que visitar y sitios donde comer. En definitiva, todo perfecto y recomendable al 100%.

La casa era húmeda, pero la verdad es que tampoco se notó, porque apenas había empezado a hacer frío esos días. De todas formas, la casa está preparada para evitar la humedad, de modo que no creo que sea un gran inconveniente ni en épocas muy frías.

Espaciosa, confortable y cómoda. Limpia y buena ubicación. Zona tranquila, sin ruidos, ideal para descansar. Volveremos!

La zona no dispone de parking. Cuesta un poco encontrar en horas punta.