Lo mejor de la casa, lo espaciosa que era, limpia que estaba, servicios que tenía. Con muchos detalles de buen gusto por parte de la propietaria que además nos indicó sitios interesantes para poder visitar. Nos agasajó con un detalle de bienvenida, cosa que agradecimos mucho. Eramos 8 en la casa y había espacio suficiente para movernos. El sol entrando por la galería por la mañana era un punto a favor. Había mucho menaje de cocina , toallas suficientes, camas cómodas, todo los necesario en los baños. No se podía pedir mas. Gracias por todo Agustina.

En las habitaciones se oye el ruido de los coches pasando por la carretera, pero nada que te quite el sueño porque tampoco pasan muchos. Se podrían ofrecer tapones en el establecimiento para alguna persona que sea mas sensible al ruido, eso lo he visto en un alojamiento en Zaragoza. Pero eso por poner un pero, por si a alguien le molesta muy y mucho cualquier ruido.