Está muy cerca del centro de San Gil, muy cerca de lugares de atractivo turístico. Tiene parqueadero. La anfitriona es muy amable. Nos quedamos 3 días y estuvimos muy a gusto. Lugar rústico, sencillo, sin lujos pero encantador. Genial para quien gusta de estar en medio de la naturaleza. Se tiene absoluta privacidad. Hay nevera así que es genial poder tener bebidas y comida. Otras cabañas tienen cocina. Se puede salir y entrar a la hora que sea. Cero molestias de otros huéspedes porque las cabañas son distanciadas. Fue muy especial y agradable nuestra estadía.

Quizás más potencia en el ventilador. Hace falta un espejo en la habitación. Y se sale un poco el agua de la ducha hacia el piso de la alcoba. También sería bueno dentro de la ducha, algún elemento, repisa o stand para colocar cosas de aseo.