La ubicación perfecta, la casa estupenda y Pedro y Pilar muy buenas personas. Que pena que no era verano para haber aprovechado la piscina, pero por la mañana nos levantamos a -3°.

Por poner un pero el cuarto de la cuna debería de tener la cama de matrimonio o estar separadas y las almohadas deberían ser mejor.

Pedro el anfitrión fue muy amable, la casa es muy amplia y totalmente reformada. Tiene buena chimenea y también aires acondicionados y posibilidad de comer en interior o exterior más de 10 personas. En un entorno de campo y naturaleza junto al pueblo.

Por decir algo, al estar en el campo, hay partes de la finca abiertas con un pequeño arroyo, hay que tener cuidado con los más pequeños o si llevas perro. Pero estuvo todo perfecto.