Cuidan el nivel de detalle en la casa. La anfitriona nos acogió muy bien, poniendo vino, frutas y bebidas en la nevera que se agradece. La casa está muy bien reformada ajustándose todas las fotos a la realidad. La comunicación era rápida a través de mensajes al igual que las llamadas.

No hubo nada que no nos gustara como tal, por hacer alguna crítica constructiva; quizás pondría un rollo de papel de cocina antes que unas pequeñas servilletas. Tampoco encontramos ningún paño de cocina por la casa. Y las cortinas de la puerta de la entrada eran demasiada largas.

Blanca, la anfitriona, fue muy atenta con nosotros. Se esforzó mucho en atender nuestras necesidades para que tuviéramos una estancia agradable. Además nos recibió con un detalle de bienvenida muy generoso. Fue una agradable sorpresa. La casa es muy bonita y confortable, han cuidado cada detalle, y resulta muy acogedora. Es ideal para pasar unos días tranquilos, y desconectar. La casa y su anfitriona superaron con mucho nuestras expectativas. Estamos deseando volver.