Llegamos un poco tarde para hacer el check-in, sin embargo, no hubo ningún problema pues en la recepción nos estaban esperando. El chico recepcionista fue muy amable y nos preguntó a qué hora nos apetecía desayunar. Aún estando en época de Ramadán, el trato hacia los turistas ha sido impecable en su comprensión con los turistas que no practicamos el ayuno. El desayuno ha sido maravilloso. Hay aparcamiento para el coche justo en la puerta del hotel con un guardián, así que pueden estar tranquilos ya que el alojamiento se encuentra en zona de carretera. Es totalmente seguro.