La tranquilidad

Nos encontramos el alojamiento cerrado y no vino nadie a recibirnos. Cuando llamamos, nos indican que saltemos un muro para coger las llaves!!!!!! Las camas estaban sin hacer, el alojamiento se notaba que hacía mucho tiempo que no se ocupaba. Estaba muy frío y no tiene calefacción ni a/a. Tuvimos que ir a comprar leña y arreglar nosotros mismos, una estufa para podernos calentar el ambiente, ya que viajamos con niños. Al día siguiente nos traen 6 troncos de leña, para 3 días!! No había papel higiénico, algunas mantas estaban sucias. Estuvimos 2 días sin agua caliente. Y las duchas estaban atascada de cal y una de ellas no tenía presión. Hay una TV de 23 pulgadas y apenas hay cobertura móvil! La propiedad solo se escudaba en el mal tiempo que hacía y que nadie le hacía caso. No entiendo que se deje tan descuidados unos inquilinos y que no esté el alojamiento en las debidas condiciones y revisado antes de alojar. Como propietaria de un alojamiento, cuido muchos los detalles para que mis inquilinos estén a gusto! Encuentro inadmisible el trato recibido, y desorbitado el precio para el servicio y las condiciones del alojamiento.