El tracte del Francesc, la casa i l'entorn, espectaculars... Hem passat un cap de setmana fantàstic en familia, val la pena escapar-se!

Casa espectacular, amb unes vistes immillorables a la cara nord de la serralada del Cadí. El poble és molt tranquil, ideal per desconnectar, per anar amb la família o amb grup d'amics. Es poden fer moltes excursions sortint caminant des del mateix poble. També hi ha moltes rutes per sortir a córrer. Molt agradable el tracte per part del Francesc i la Núria. Repetirem segur.

No tinc paraules per descriure l'estada a Cal Sansa, el poble es de pel·lícula, crec que es el poble de muntanya més encantador que he vista mai, te unes vistes sobre el Cadí impressionants, el tracte amb el Francesc i la Núria es molt amable al igual que amb els habitants del poble, que fan l'estada molt acollidora. Nosaltres hi vam estar a l'estiu, som una familia de 5 amb 3 nens petits i vam tenir la visita d'una altre familia, a la casa hi caben bé dues families. La casa de nova construcció molt confortable però integrada absolutament amb l'estil del poble. El millor es la tranquilitat que s'hi respira i la desconexió del dia a dia que si aconsegueix. Els nens s'ho van passar genial corrent amunt i avall del poble fent aventures tot el dia. Valoració nostre: un 10 sobre 10,

Desconectar... Puede no ser tan complicado. Sólo hay que dejar atrás la carretera principal que va a La Seu y abandonar el mundo conocido hasta llegar al final de la preciosa carretera comarcal que lleva a Cava, un pueblo que de tan pequeño ni parece un pueblo. No sé cuantos habitantes debe tener, ¿20? ¿30? No creo que tenga más. La casa está exquisitamente reformada por fuera y por dentro, con todas las comodidades y con buen gusto, y la limpieza es sobresaliente. Es suficientemente amplia para una o dos familias digamos "corrientes", y la distribución está muy bien pensada, con los dormitorios en el piso inferior y el enorme salón-comedor-cocina en el primer piso, que además dispone de salida a una terraza perfecta para los días de buen tiempo; la hamaca para las siestas... un escándalo. A los niños les encantó la cama elevada, un detalle divertido y diferente. Por la noche disfrutamos de un verdadero espectáculo de cielo estrellado y de un silencio que en pocos sitios hemos encontrado. Siempre hay algún grito, algún coche pasando... aquí no: sólo el sonido de la naturaleza en estado puro. Las posibilidades de excursiones por los alrededores son infinitas, siempre con la majestuosa Serra del Cadí a nuestro lado, acompañándonos por los estrechos senderos mientras atravesamos ríos, descubrimos restos de antiguos castillos abandonados y en definitiva nos integramos en un entorno natural casi salvaje. Desde luego no es una casa para quien busque bullicio, y dejarse el bote de cola-cao puede suponer un buen rato de trayecto hasta la civilización, pero sin duda recomiendo la casa a todo aquel que ame la naturaleza y busque paz y tranquilidad. Pasamos en la casa dos días y se nos hizo muy corto, repetiremos seguro.