La ubicación del alojamiento es buena, tienes una playa a 10-15 minutos andando y puedes encontrar todo tipo de comercios y restaurantes en los alrededores.

No pudimos entrar al apartamento hasta después de una hora y 45 minutos de espera, creo que no sabían que estaba reservado así que según llegamos, en mi opinión, lo estuvieron preparando, tuvimos una larga espera en la que nadie nos informó de nada. Cuando ya parecía que íbamos a entrar nos dicen que tenemos que pagar una señal, tuvimos una larga conversación donde les hice saber que eso no estaba en las condiciones de Booking, que ya había pagado por adelantado el coste íntegro del apartamento y en ningún momento aparecía nada de abonar una señal. Al final pudimos dejar una señal en euros, puesto que era nuestro último día de vacaciones en Filipinas y queríamos poder gastar el dinero que nos quedaba en metálico. Una vez que entramos, he de decir que el apartamento en general está bastante bien pero la limpieza sin duda no es el punto fuerte, apañado pero no limpio. El aire acondicionado de la habitación estaba roto y la televisión no funcionaba. Solicitamos hacer el check out un par de horas más tarde al día siguiente por la espera de dos horas y lo aceptaron pero a la mañana siguiente nadie debió de avisar al técnico que iba a arreglar el aire acondicionado y vino a tratar de hacer su trabajo, sorprendido nos dijo que nadie le había avisado. Otra mujer fue a entrar al apartamento poco después, pidió disculpas y se fue. Ya realizando el check out tuvimos otro problema. Resulta que tenía que ir alguien al apartamento para revisar que todo estuviera correcto para devolvernos la fianza, así que a esperar mínimo otra media hora. Realmente indignadas con todo lo sucedido, nos fuimos de allí. En nuestra estancia, traté de contactar con la propietaria enviándole varios mensajes a los que nunca obtuve respuesta. En ningún momento pudimos verla o hablar con ella, todo fue a través de terceras personas.